APEGOS FEROCES Vivian Gornick (04/02/2019)
A medida que avanzaba la
noche, percibía lo que ya era un hecho maravillosamente irrefutable, que
nuestra tertulia literaria se ha ido transformando en una tertulia
socio-literaria, donde se debaten libros y se relacionan con la vida, con las
relaciones humanas, e incluso con nuestras propias realidades. Esto la
enriquece, desborda la parte teórica y nos llega a conmover emocionalmente. Si
no que se lo digan a Maribel, Cristina, Carmen… todas ellas se vieron, de un
modo u otro, reflejadas en la autora-protagonista y, algo menos, pero también,
en su querida y “odiosa” madre que la parió.
Ellas nos preguntaban si
a nosotros, como hombres, nos había emocionado un libro centrado en la difícil
relación entre una madre y una hija. Creo que se sorprendieron cuando les
dijimos que sí, que el libro nos llegó; bueno, a todos menos a nuestro querido
Juan Carlos, que no le despertó mucho entusiasmo. Entendemos que no es lo
mismo, que vemos los toros desde la barrera, porque nuestra relación materno o
paterno filial no llega a esos sentimientos encontrados entre dos mujeres,
aunque sean madre e hija. Me viene a la memoria una amiga; su madre se volvió a
casar con el hermano de su marido; era duro y divertido; se trataban como lo
que eran: dos cuñadas; celosas, se criticaban… muy curiosa la fuerza de los
roles femeninos cuando se enfrentan uno a otro y se pisan los territorios
comunes.
Bueno, hablemos del
libro. Nos pareció una pasada que alguien pueda hacer una autobiografía tan
real y tan dura, haciendo públicos los defectos y las debilidades familiares.
Parece increíble que se pueda escribir todo un libro basado solo en los
sentimientos de rechazo y cariño entre dos mujeres. Porque ¿y el padre?, pues
casi ni aparece, es más, cuando está está lejos, al fondo, en tercera persona,
como alguien que fue necesario pero prescindible. Vivian Gornick dibuja una
madre que vive a la sombra de su marido, especialmente cuando muere, y sin
embargo es todo un carácter, una mujer fuerte que no debería precisar de ningún
hombre para vivir.
¿Y ella, la
protagonista-autora?, nos muestra una persona independiente, que no desea o no
consigue relaciones amorosas y que tampoco las aguanta mucho tiempo. Curioso el
final de su relación con Joe, un hombre casado y al que deja porque se insinúa a
una amiga suya.
Como cada noche,
descubrimos algo nuevo de nosotros mismos, confirmando lo que apuntábamos al
principio, que estamos ante una tertulia socio-literaria, y esta noche nos tocó
descubrir a Raquel. Raquel nunca recuerda los títulos de los libros ni los
autores que los escribieron, pero es capaz de recitarnos textualmente extractos
de cada obra, haciendo reflexiones sobre esos puntos que a los comunes de los
mortales nos han pasado por alto o, al menos, no conseguimos recordar con tan
exagerada exactitud. Gracias Raquel por tus aportaciones.
En definitiva el libro nos gustó (menos a Juan Carlos). Creemos que
es una reflexión realista sobre las relaciones madre-hija en un marco muy de
cine, como es el Nueva York de mediados del pasado siglo y que,
sorprendentemente, nos pareció que no se diferenciaba apenas de nuestro
ambiente de aquella época, claro, cambiando judíos, italianos y negros por el
ambiente latino del sur de nuestra maravillosa Andalucía.
Nota: 8
Ricardo Ferreiro
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